domingo, 30 de noviembre de 2008

De momento...

Pues eso, que de momento lo dejo así.

He intentado modificar algunas cosillas... algunas entradas para que sea mejor aún, pero el resultado no ha sido el esperado jeje.

Así que a falta de retocar alguna otra parte del blog, creo que se puede quedar así. Seguiré trabajando en él.

Por cierto, sigo retocando la novela, poco a poco cuando el tiempo me lo permite. No desesperéis jeje.

sábado, 25 de octubre de 2008

En pruebas...

Pues eso, que estamos en pruebas jeje... Así que si veis algún cambio raro no os preocupéis demasiado, xDDD.

Como veis he vuelto con ganas, dicen que ¡¡año nuevo, vida nueva!!

lunes, 28 de julio de 2008

¡¡Cerrado por vacaciones!!

***



Aprovecho este símbolo de mi amigo Santyago Moro y cierro hasta nuevo aviso...

En realidad no cierro por vacaciones, ni hasta el 5 de Septiembre como hace Santyago Moro, aunque algo sí que cogeré jeje (una semanilla como mucho, pero algo es algo).

Lo que haré será reestructurar un poco la novela, corregir ciertas frases que me han aconsejado (Gracias Yosu, gracias Bazalo ;-) ) y continuar con ella lo antes posible, así que no os olvidéis de pasaros de vez en cuando jeje, pues todavía faltan un montón de capítulos más, echando cuentas y listo el Cap. 8 de momento he subido 1/3 de la novela más o menos.

Aún así mi otro blog, digamos el Oficial, seguirá en funcionamiento, así que ya sabéis donde debéis acudir xDDDDDDDDD

martes, 15 de julio de 2008

Capítulo 7. Segundo intento (Parte 2)

despavorido del margen y se dispuso a cortar grandes ramajes de los matorrales más cercanos sin apenas hacer ruido. Raudo los colocó encima del hueco que había abierto con sus propias zarpas un instante antes a modo de tapadera de tal manera que cuando los ineptos pisaban se hundieran en su temible trampa. Una vez colocados les dio los últimos retoques para que parecieran que había brotado allí mismo y se subió al roble más cercano para poder vislumbrar con regocijo el éxito de su plan.

Los chicos salieron del claro con algo de pena echándole un vistazo a la profundidad del bosque el sol poco asomaba por entre los altos árboles. Reconocieron el comienzo de la trocha y se dispusieron, en la misma posición que antes, a recorrerla sin más dilación. De repente Timeos se dio la vuelta:

-Oye Samara, ¿por qué no sigues delante tú mientras yo me paro detrás de estos matorrales un momento? Tú ya me entiendes.

-Vaya, ahora que estamos dispuestos a salir te paras a hacer de vientre, pues ya lo podías haber pensado antes ¿no? -replicó su hermana.

-Bueno…, antes no me dieron ganas, además estaba durmiendo, qué quieres, es la propia naturaleza –contestó Timeos.

-Está bien, pero date prisa, no me gusta este lugar, y menos recorrerlo sola.

Así que Timeos, antes de adentrarse de nuevo en el sendero, viró a la izquierda y se perdió de vista.

Samara, viendo hacia dónde se desviaba su hermano, se quedó plantada a un paso justo delante del escondido hueco, sin atreverse a caminar sola por el oscuro camino que salía ante ella, así que decidió girar un poco a la derecha internándose entre la maleza al ver unas pequeñas plantas que florecían con el calor de los haces luminosos bordeando con ello la improvisada trampa que con tanto esfuerzo el planificador felino había desenterrado.

El Sr. Strömboli no podía creérselo, pero ¿dónde iban los chicos? Si era muy fácil, sólo tenían que haber dado un paso hacia el lúgubre sendero y hubieran caído en su peligrosa abertura, y ahora cada uno se iba por su lado, uno a al izquierda perdiéndose en el bosque y otra a la derecha siguiendo el rastro de unas insignificantes florecillas que por desgracia se habían abierto en el momento en que el sol hacía más inciso en el claro. No podía ser verdad, tanto esfuerzo para nada, solo podía esperar a que se adentrasen de nuevo en el claro y comenzaran de nuevo su viaje siguiendo por donde habían venido. Pero no fue así pues ya llevaba esperando un buen rato y ni uno ni otra volvían por donde se habían ido.

A lo lejos oyó al joven ladronzuelo y miró hacia la dirección en que provenía dicha llamada desde la gruesa rama de roble en la que se sentó a esperar en sus cuartos traseros, con tan mala suerte que con el rápido giro de su testa se mareó levemente y resbaló del árbol cayendo hacia abajo y topándose con todos los brotes y ramajes que cubrían los troncos más gruesos, con maullidos de dolor, desesperación y sorpresa. Hasta que de repente esas ramas acabaron en un vacío que supuso era el espacio entre la rama más baja y el suelo por lo que se dispuso a caer, como era de costumbre en su raza, a cuatro patas sin hacerse el mínimo daño. Cuando posó sus zarpas en el blando suelo con un pequeño estruendo hizo una mueca de regocijo pues a pesar de todo no se había hecho tanto, pero sin darse cuenta el suelo empezó a hundirse y el Sr. Strömboli a intentar zafarse sin éxito de los arrancados matorrales que justo antes él mismo había colocado.

-Miauuuu, maldiciónnn… -maulló el vigoroso felino cuando se vio dentro de su propia jaula-. ¡No puede ser verdad! Se me han vuelto a escapar, y encima me he atrapado yo solito…

El enfadado gato, rabioso por su mala suerte y su ineptitud trepó con grandes saltos al borde del boquete de nuevo sin gran consuelo, pues cuanto más alto saltaba y más furioso se agarraba a las resbaladizas paredes, más revolvía éstas y más difícil era trepar por ellas. Hasta las raíces que había utilizado antes para salir de allí parecían que se habían puesto en su contra pues se partían a la mínima en cuanto ponía el gato una de sus zarpas encima para poder escalar. Agotado por el esfuerzo y por el sofoco cogido paró en seco, obligándose a relajarse, a coger algo de aliento y a pensar las cosas con un poco de calma.

Unos pequeños ojillos y unos gráciles bigotes asomaron a la altura de su cabeza a través de un pequeño agujero recortado en una de las pringosas paredes, mirando al gato con curiosidad, un destello de inteligencia y donaire asomaron por sus pupilas.

-Y tú que miras, ¡maldito roedor! –maldijo en voz alta el agobiado hidalgo.

sábado, 12 de julio de 2008

Capítulo 7. Segundo intento (Parte 1)

Capítulo 7

Segundo intento

M

ientras el temible y gallardo caballero intentaba recuperarse del tremendo golpazo, los dos jóvenes siguieron su camino sin darse cuenta de la situación tan absortos como estaban en sus propios pensamientos. No se daban ni un respiro pues cuanto más rápido fueran antes saldrían de ese embrujado bosque.

Avanzaban con paso firme saltando por encima de los salvajes matojos, bordeando los anchos troncos y apartando la maleza con los brazos. De repente se encontraron en un pequeño claro en el que los rayos del sol brillaban e incidían de lleno en una enorme piedra llena de musgo blanquecino en una de sus caras, la menos expuesta al astro rey. Pensaron que era buen momento de hacer un alto, descansar y reponer fuerzas pues el viaje a través de la maleza estaba siendo agotador y un poco de luminosidad daría vigorosidad a sus cuerpos y sus mentes. Sin pensárselo dos veces abrieron sus zurrones y sacaron sendos trozos de queso curado y un buen puñado de moras negras, además de sus cantimploras de piel de jabalí, y se dispusieron a dar buena cuenta de sus provisiones.

Después de un buen almuerzo, y con los rayos de sol incidiendo directamente en sus caras, el sueño empezó a apoderarse de ellos sin darse cuenta, hasta que los dos hermanos, apoyando las cabezas el uno en el otro, se abandonaron inconscientemente a una pequeña pero reconfortante siesta.

Momento que aprovechó el todavía renqueante y dolorido gato para preparar su siguiente asalto, algo que no podía fallar, un ataque fulminante en el que sus presas no se dieran ni cuenta de que habían caído en su trampa mortal hasta que no estuvieran encerradas sin escapatoria alguna.

Esta vez no se podrían zafar como antes. Lo tenía todo bien pensado, llevaba mucho tiempo pensado en cómo atraparlos sin ser descubierto, así que se puso zarpas a la obra, y nunca mejor dicho. A la salida del acogedor claro donde dormían plácidamente los inconscientes ladrones de tesoros, justo donde comenzaba de nuevo la angosta vereda, el Sr. Strömboli empezó a cavar un agujero lo bastante profundo como atraparlos sin que pudieran alzarse para salir a la superficie. En silencio pero con rapidez la tierra salía despedida en todas direcciones para no amontonarla y levantar sospechas fundadas. Poco a poco y con gran esfuerzo el temible captor, futuro héroe de su pueblo natal, fue haciendo un hueco en la tierra humedecida de tal manera que fue enterrándose cada vez más.

Al cabo de un rato la peligrosa trampa ya enterraba por completo al cazador pero éste seguía y seguía cavando pues los chicos eran más grandes que él. Cuanto más profundizaba más húmedo estaba el subsuelo, toda clase de insectos y parásitos salían de sus recortados túneles viendo al que sin querer había eliminado sus laboriosos trabajos, perplejos del animal que se encontraba ante ellos y percatándose de cómo se iba adentrando en el agujero cada vez más.

El gato ahondaba sin cesar, y la tierra empezaba a ser un problema porque no llegaba ya prácticamente a lanzarla fuera del hueco pues éste había adquirido una profundidad de casi dos metros por otro de ancho. Tendría que pensar cómo sacarla de allí antes de seguir profundizando un poco más pues todavía los jóvenes podrían escapar. Así que empezó a amontonar a un lado del agujero a modo de escalera de tal forma que iba subiendo montón a montón para ir sacando lo que quedaba de guijarros y barro apelmazado. Cada vez tenía que construir más escalones para sacar el fango cada vez más pringoso, a la vez que tenía menos sitio para seguir excavando:

-Bien -pensó-, pronto acabaré mi trampa mortal y los cogeré sin compasión, la espada será mía.

El tiempo pasaba, aunque no sabía cuánto, pero debía darse prisa pues las siestas no son eternas por lo general y si sus apresados se despertaban y le cogían por sorpresa allí metido el que no podría escapar sería él, y a saber qué le podrían hacer, seguro que mil diabluras.

Llegó el momento de salir de aquel pringoso agujero para dar el toque de gracia a su infalible plan, así que fue deshaciendo los montones unos a uno para dar la profundidad final al hueco sin darse cuenta que cuanto más quitaba más lejos estaba del borde. Por fin eliminaba el último y al mirar para arriba para admirar su obra maestra se dio cuenta de que había trabajado bien, tan bien que la orilla le pareció un poco lejana, demasiado lejana. Con la agilidad que le caracterizaba comenzó a trepar agarrándose a las pequeñas raíces que colgaban en las resbaladizas paredes, tan resbaladizas que a veces las zarpas se soltaban y caían unos pequeños centímetros hasta que volvía a posar en firme sus cortas patas traseras.

Los sudores le caían a borbotones después del esfuerzo hecho y de la escalada, y comenzó a ponerse nervioso pensando si estarían todavía durmiendo los chicos y si él conseguiría salir de aquel mugriento agujero, era de los gatos más ágiles de su pueblo y por ende no le debería dar problemas la escalada pero no había contado con su entusiasmo a la hora de cavar ni de la humedad bajo tierra.

Samara se despertó algo sobresaltada de su frugal siesta. Había descansado bastante pues la noche fue muy movida y estaba agotada pero no había dejado de oír ruidos lejanos cerca de ellos. Lo mejor sería despertar a su hermano Timeos y recoger el campamento, todavía quedaba mucha floresta por recorrer. Zarandeó a su hermano con suavidad y se fijó en baba que le caía por la comisura derecha de la boca, dando una impresión nada agradable aunque jocosa.

-Vamos perezoso –llamó jovial la joven de tez morena a su compañero de viaje.

-Eh… ahhg… déjame en paz hermanita, estoy muy a gusto aquí al calor de la piedra.

-Pues como sigas así de remolón te vas a convertir en un lagarto, sólo te falta tumbarte a la bartola encima de la roca – reprochó con animo Samara.

Timeos se despertó con un leve gruñido y se limpió con la manga de la sucia chaqueta de lana que su abuela había tejido a cada uno con cariño. Rápidamente recogieron sus pertenencias y se pusieron en marcha.

El Sr. Strömboli estaba a punto de alcanzar la cima de la “enorme cumbre” que él mismo había construido cuando oyó a los jóvenes que hablaban entre sí, tenía que darse prisa, se acababan de despertar y todavía quedaba cubrir la trampa para disimularla. Salió

jueves, 3 de julio de 2008

¿Cómo leer un Blog? Tutorial para inexpertos...

Antes de seguir posteando capítulos... y debido a la avalancha de críticas de la gente que no consigue enlazar las páginas seguidas , os voy a dar unos breves consejos, tanto para leer este blog y continuar la novela de manera seguida, como para cualquier otro blog, pues todos son similares.

1º Debes saber que, digamos, lo importante de los Blogs son las entradas que el Administrador crea y sube para que vosotros las leáis... Lo demás es "decorativo". Es importante fijarse en la fecha de la creación de la entrada (normalmente siempre tienen fechas de entrada) para saber cual ha sido la última en públicar, y así poder leer con cierto orden.

En nuestro caso, las entradas principales se ven claramente, pues están en la columna izquierda de color beige.

2º Las entradas de los blogs puede ordenarse a placer (creo que, siempre de arriba a abajo, de más nueva a más antigua, o de más antigua a más nueva).

En lo que a la novela respecta las entradas están ordenadas: la de más arriba es la más reciente ;-)

3º Los blogs se van completando dependiendo de las entradas que el Admin haya publicado, con lo que normalmente se ve la página principal. Os preguntaréis ¿y cómo veo las demás entradas del blog? Pues my fácil... si bajáis del todo, cuando se acaben las entradas, encontraréis un enlace que dice "Entradas Antiguas", y si pinchais en él os iréis una página atrás, y así sucesivamente hasta llegar a la última página del blog.

Nuestro blog de Memorias de Orhim actualmente cuenta con 7 páginas (la última entrada, que es a su vez la primera publicada en el blog, se titula "Comienza una nueva aventura!!"), así que no sigáis pinchando en dicho enlace, que no hay más!! xDDD

4º Una vez conocida más o menos la columna principal de un blog, echaremos un ojo a un dato importante del mismo... La lista de Etiquetas de las entradas publicadas.
La lista de Etiquetas dependerá de lo que Admin etiquete al publicar la entrada, si llega a etiquetar su entrada jeje. Más simple, es como separar por orden alfabético, ej: este papel del Banco, en la B, la letra de la casa en la C, y la del coche también en la C... pues es lo mismo, pero separando por palabras clave.

En nuestro caso la lista de Etiquetas se encuentra en la columna de la derecha (color verde), justo debajo del contador de visitas. Como podéis comprobar yo he etiquetado, como palabras clave, por capítulos. De esta manera quien quiera leer el capítulo 3 completo, y sólo el 3, podrá pinchar en la Etiqueta Capítulo 3 de "Capítulos añadidos al blog..." y la columna de entradas cambiará y expondrá sólo y exclusivamente las entradas publicadas relacionadas con el capítulo 3 (teniendo luego cuidado de leer en el orden establecido explicado anteriormente en el punto 2, con lo que si queremos leer la primera entrada del capítulo 3 será la de más abajo de la columna beige).


Lo demás, pues también es importante, por supuesto, porque cada Administrador intenta hacer su blog lo más atractivo posible para sus lectores ;-), pero lo realmente en este blog es la novela Memorias de Orhim, y más o menos ya sabemos cómo leerla, verdad??

Pues entonces os dejo que disfrutéis con su lectura!! Gracias por seguir leyéndome ;-)

PD: Cuando vayáis investigando podréis ver que las columnas de la derecha, tanto la verde como la morada, tienen enlaces interesantes... así que no os olvidéis de ellos jeje.

martes, 1 de julio de 2008

CONTADOR NUEVO!! Atrás quedan las 600 visitas...

Hola a todos... debido a un problema técnico (supongo, porque me lo he encontrado así, sin un número jejeje) he cambiado el contador.

A partir de ahora comienza de 0, pero es más bonito, xDD.

Atrás quedarán esas 600 visitas, todo gracias a vosotros!! Bueno, y a un servidor jeje, porque también contaba las mías ;-) . A ver si entre todos llegamos a dejar "viejo" el antiguo contador, eso significará que hemos vuelto a superar otras 600 visitas más.

Como siempre, gracias por seguir leyéndome... (en breve continúo subiendo capítulos, antes de que me vaya de vacaciones)